¿Cuál ha sido la respuesta de la población a las cuarentenas?

El impacto de las desigualdades en la efectividad de las politicas sanitarias

Contexto

Hasta el día 8 de junio, la pandemia COVID-19 en Chile ha producido 138.846 personas contagiadas y 2.264 personas fallecidas (MINSAL, 2020). Estudios internacionales han relevado la importancia de realizar cuarentenas para reducir el contacto social y frenar los contagios (Sjödin et al., 2020; Tang et al., 2020). En Chile, al 8 de junio, 42 comunas se encuentran en cuarentena. Sin embargo, ¿logran las cuarentenas efectivamente reducir la cantidad de veces que las personas salen de sus hogares? Por un lado, las cuarentenas reducen las salidas porque las personas quieren evitar multas por incumplimiento. Pero las cuarentenas son también importantes en otra dimensión: las cuarentenas comunican que las autoridades consideran que la situación es grave y que la expectativa social es que las personas se queden en casa. Sin embargo, es fundamental considerar las condiciones sociales que posibilitan a las personas mantenerse en sus hogares (MOVID-19, 2020). De esta forma, el grado de cumplimiento de las cuarentenas y su efectividad sigue siendo materia de discusión.

En MOVID-19 hemos preguntado semana a semana a nuestros participantes cuántos días han salido a realizar distintas actividades, tales como trabajar, recrearse y hacer trámites. Este tercer informe de la Universidad de Chile y del Colegio Médico de Chile, en conjunto con otras instituciones académicas del país, tiene por objeto contribuir con un análisis que permita dar cuenta de la efectividad de las cuarentenas en reducir la movilidad de las personas, así como analizar diferencias en esta efectividad entre distintos grupos sociales. Este informe considera datos de 46.764 participantes MOVID-19 de todo Chile, con 184.945 observaciones durante las últimas siete semanas. Esperamos que estos datos sean valiosos para informar las decisiones del Gobierno a través de la Mesa Social COVID-19.

Efecto de las cuarentenas en las salidas a trabajar

A lo largo de Chile, los participantes MOVID-19 salen menos a trabajar cuando las comunas en las que residen se encuentran en cuarentena (ver Figura 1). Sin embargo, llama la atención la alta sensibilidad de este resultado a los mensajes de las autoridades del país. Así, se observa un aumento en la actividad laboral durante la segunda mitad de abril, llegando a diferencias muy bajas entre personas que no estaban en cuarentena y aquellas que sí lo estaban. La semana del 20 de abril el efecto de las cuarentenas se reduce en un 78%. Este período de reactivación de las salidas a trabajar ocurre concomitante con los llamados a una nueva normalidad por parte de las autoridades a partir del 19 de abril y la propuesta del Plan Retorno Seguro del día 24 de abril. Es por esto que la efectividad de las cuarentenas requiere de un mensaje consistente por parte de las autoridades llamando a no salir y mantener distancia social.

Luego del importante incremento de casos observados en la Región Metropolitana a comienzos de mayo, se iniciaron cuarentenas extensas en el Gran Santiago a contar del 6 de mayo y estas fueron extendidas al total de la zona desde el 15 de mayo. En este momento se observa una fuerte reducción en las salidas a trabajar (casi un 50%) en las áreas bajo cuarentena. El efecto sobre la reducción de salidas a trabajar llega a ser 68,9% mayor que el observado la primera semana de abril. Cabe destacar que incluso en áreas sin cuarentena activa se observa una reducción de las salidas a trabajar de las personas, sugiriendo que el mensaje de la gravedad de la situación y de la necesidad de mantenerse en casa puede llevar a una disminución voluntaria de las salidas.

Figura 1. Evolución del número de veces promedio que los participantes MOVID-19 salen de su hogar para trabajar por semana. Se incorporan en el análisis las personas que declaran haber salido al menos una vez a trabajar en las semanas de observación, esto con el fin de acotar el análisis a las personas ocupadas (n=7.619 individuos; 32.867 observaciones). Se excluye a los trabajadores de la salud, debido a que son un sector cuyos patrones laborales se mantienen (o intensifican) durante la pandemia. Las fechas graficadas corresponden al lunes de la semana sobre la cuál los participantes reportaron su actividad.

Ahora bien, ¿qué ocurre en ausencia de cuarentenas? Un caso actualmente debatido es el de la Región de Valparaíso (Espacio Público, 2020). Valparaíso es la región con mayor número de campamentos en el país (MINVU, 2018), así como la segunda región con mayor densidad poblacional (INE, 2017). Sin embargo, y a pesar de la aceleración sostenida y preocupante de casos COVID-19 y de una de las tasas de letalidad más altas del país (Canals y cols, 2020), en la Región de Valparaíso no se han decretado cuarentenas (con la excepción de Rapa Nui). El resultado de esta ausencia de cuarentena se ve claramente al comparar las Regiones Metropolitanas y de Valparaíso (ver Figura 2). En Valparaíso, la práctica de salir a trabajar ha sido sostenida en el tiempo, superando a la Región Metropolitana incluso para observaciones sin cuarentena. La Región de Valparaíso solamente se acerca a los valores de la Región Metropolitana durante los llamados a la nueva normalidad.

Figura 2. Evolución del número de veces promedio que los participantes MOVID-19 salen de su hogar para trabajar por semana en la Región Metropolitana y en Valparaíso. Se incorporan en el análisis las personas que declaran haber salido al menos una vez a trabajar en las semanas de observación, esto con el fin de acotar el análisis a las personas ocupadas (n=5.372 individuos; 24.485 observaciones). Se excluye a los trabajadores de la salud, debido a que son un sector cuyos patrones laborales se mantienen (o intensifican) durante la pandemia. Las fechas graficadas corresponden al lunes de la semana sobre la cuál los participantes reportaron su actividad.

Efectos diferenciales de las cuarentenas entre distintos grupos sociales

Para que las cuarentenas funcionen, deben asegurarse las condiciones para que las personas de todos los sectores sociales puedan dejar de salir a trabajar. Quienes continúan saliendo a trabajar tienen un riesgo más elevado de enfermar y esta situación contribuye a que exista una mayor circulación viral. No obstante, sabemos que para determinados grupos sociales resulta más difícil pasar a una modalidad a distancia y que ciertos sectores arriesgan más al dejar de asistir a sus lugares de trabajo (ISCI, 2020). Esta desigualdad en la posibilidad para realizar cuarentena se ve reflejadas entre participantes MOVID-19: hemos observado marcadas diferencias en el efecto de las cuarentenas entre distintos grupos sociales. Es decir, vivir en una comuna con cuarentena reduce las salidas más para unos que para otros. Primero, en este informe consideramos diferencias por nivel educacional, un marcador claro de acceso a distintos tipos de ocupaciones, vínculos laborales y condiciones materiales (Carrillo et al., 2018), así como de la facilidad de modificación a modalidades de teletrabajo (Ruth, 2011). Al observar los patrones de trabajo fuera del hogar, se identifica que las personas con educación media, técnica y profesional disminuyen sus salidas cuando sus comunas se encuentran bajo cuarentena. Para todos estos grupos, se produce una caída de aproximadamente 30% en la frecuencia en que salen a trabajar fuera del hogar con la implementación de cuarentenas. Sin embargo, este no es el caso de las personas de menor nivel educacional (educación básica o sin estudios), las que en general realizan trabajos que no pueden ser realizados a distancia y quienes más arriesgan su subsistencia si dejan de asistir al trabajo. Estas personas no solamente salen a trabajar en promedio un número mayor de días que las personas de mayor nivel educacional, sino que además, no ven reducidas sus salidas cuando su comuna se encuentra bajo cuarentena. Segundo, comparando el efecto de las cuarentenas según los niveles de ingreso de las comunas, observamos que en las comunas de ingresos altos la disminución en las salidas a trabajar al entrar en cuarentena resulta 33,2% mayor a la de las comunas con ingresos bajos. Por último, al observar diferencias entre hombres y mujeres que trabajan, se evidencia una disminución 22,7% mayor en las salidas a trabajar de hombres en comparación a mujeres. Estos resultados reflejan la desigualdad en la posibilidad de cumplir efectivamente las cuarentenas y, a través de esto, una exposición mayor a contagiarse de COVID-19 entre grupos con menores niveles educacionales, de comunas con menores ingresos y mujeres.

Figura 3. Promedio de veces que salen a trabajar fuera del hogar los participantes de MOVID-19 por sexo, nivel educacional, ingreso de las comunas y según si la comuna se encontraba en cuarentena en el momento de la respuesta. Se incorporan en el análisis las personas que declaran haber salido al menos una vez a trabajar en las semanas de observación, esto con el fin de acotar el análisis a las personas ocupadas (n=7619 individuos; 32867 observaciones) . Se excluyen a los trabajadores de la salud, debido a que son un sector cuyos patrones laborales se mantienen (o intensifican) durante la pandemia. Los efectos de las cuarentenas son estimados a partir de un modelo multinivel ajustando por sexo, edad, tiempo (semana) y región de residencia.

Recomendaciones

  1. Extender las cuarentenas a aquellos lugares donde se observen crecimientos importantes de casos contagiados. Existe contundente evidencia que las cuarentenas logran efectivamente reducir las salidas de las personas. Decretar cuarentenas es, a su vez, una forma clara en la que las autoridades pueden comunicar que la situación es grave y que se espera que las personas se queden en sus hogares la mayor cantidad de tiempo posible. Esto último es particularmente relevante en el caso de la Región de Valparaíso, donde las prácticas de salir a trabajar se han mantenido en el tiempo durante las últimas cuatro semanas, al tiempo que se observa un gran número de casos contagiados y una de las tasas de letalidad más altas del país, lo que puede sugerir condiciones sociales y epidemiológicas particularmente adversas (Canals y cols, 2020).
  2. Dadas las importantes diferencias en la posibilidad de cumplir cuarentena de distintos grupos sociales, resulta clave avanzar en generar las condiciones necesarias para el cumplimiento de las cuarentenas a través de subsidios directos que no retrasen la llegada de los recursos, así como el acceso a permisos laborales y la fiscalización a empleadores para asegurar que estos permisos se cumplan. A su vez, las importantes diferencias en las posibilidades de hacer cuarentena entre distintos grupos sociales, sugieren que campañas publicitarias que busquen culpabilizar a las personas por salir de sus hogares no traerán rendimientos entre personas que por razones materiales se ven en la imposibilidad de quedarse en sus hogares.
  3. Reiteramos la necesidad de un mensaje de la Autoridad Sanitaria que sea claro y consistente en categorizar la situación actual como grave y hacer un llamado a mantener cuarentenas, aislamientos y distancia social en general. Los patrones de salida al trabajo de los participantes de MOVID-19 sugieren que las personas responden a los llamados de la autoridad sanitaria. El llamado a Retorno Seguro y nueva normalidad se acompañaron de cambios en las conductas de las personas. Es importante destacar que los mensajes de la autoridad sanitaria tienen un impacto en la adherencia de la población a las medidas, por lo que resulta clave una comunicación de riesgo prudente y acorde al momento epidemiológico que vive el país.

Sobre MOVID-19

El Monitoreo Nacional de Síntomas y Prácticas COVID-19 en Chile (MOVID-19) es un esfuerzo colaborativo entre la Universidad de Chile, el Colegio Médico de Chile y otras instituciones académicas tales como la Universidad Diego Portales, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad San Sebastián y la Universidad Central, en el que participan académicos de diversas disciplinas aportando sus saberes para responder de manera dinámica e innovadora a los desafíos que nos plantea la necesidad de generar conocimiento al ritmo en que se desarrolla una pandemia. A la fecha han participado 46.764 personas con al menos dos respuestas en el tiempo durante las últimas 7 semanas, con participantes de 326 comunas del país.

Para saber más sobre MOVID-19 y la metodología del estudio, acceda a www.movid19.cl